Dōjō Bambú - Santander, Cantabria

Guillermo I. V.

Desde el momento en que cruzas las puertas del Dojo Bambú, sientes que formas parte de una familia. Llevo más de un año entrenando allí, y desde los primeros días me acogieron con los brazos abiertos. Es un espacio en el que no solo aprendes técnicas de combate y defensa personal, sino también valores fundamentales como el respeto, la disciplina, y la constancia.

Los maestros de este dojo son excepcionales. Su dedicación, paciencia y experiencia se reflejan en cada clase, ayudando a todos los alumnos a mejorar tanto física como emocionalmente. Cada lección está diseñada para que avances a tu propio ritmo, siempre con el apoyo constante de los profesores y compañeros. Mención especial merecen la cercanía y profesionalidad de los instructores Miguel y Siro, quienes, además de ser referentes en las artes marciales, tienen una calidad humana difícil de igualar.

El ambiente entre los alumnos es inmejorable. Aquí, el compañerismo no es solo una palabra; es una realidad palpable. Siempre hay alguien dispuesto a ayudarte, a animarte y a compartir contigo los pequeños logros que alcanzas en tu camino.

En mi caso, el Dojo Bambú ha sido clave no solo para aprender kárate, sino también para crecer como persona. Este dojo no es solo un lugar para entrenar; es un espacio donde las personas encuentran motivación, apoyo, y amistad. Desde niños que dan sus primeros pasos en el kárate hasta adultos con años de experiencia, todos encuentran aquí su lugar.

No puedo recomendarlo lo suficiente a cualquiera que quiera iniciarse en las artes marciales o mejorar sus habilidades. Si buscas un dojo con grandes profesionales, un ambiente cálido y unos valores sólidos, Dojo Bambú es, sin duda, el lugar perfecto. ¡Gracias a todo el equipo por su dedicación y esfuerzo!

Jose M.

Toda una vida al servicio de sus alumnos, en mi caso la experiencia se ha trasladado de padres a hijos, un gimnasio que enseña valores, respeto y donde aprender un arte marcial es una experiencia inolvidable.

mayra G. C.

Si a tu hijo le gusta el kárate o aún no lo conoce y quiere probar, no dudes en hacerlo con Dojo Bambú. Buenas personas, buenos profesionales, cercanos, con unos valores increíbles e insustituibles. Mi hijo Alonso está encantado con sus clases, aprendiendo mucho, además de pasándoselo estupendamente. Muchas gracias por vuestra dedicación y cariño

José M. W. S.

Bambú es un lugar donde te sientes en casa desde el primer día. Sientes el cariño de Siro y Miguel constantemente, no hay malos modos sino paciencia y tiempo. Además su profundo conocimiento no sólo del karate, sino del cuerpo y su quinestesia, consigue incidir en la técnica de manera muy detallada, ilustrativa y didáctica.
Los compañeros, parte fundamental, son también un buen motivo para no faltar a clase, así como el dojo, que es amplio y muy agradable y acogedor. Estoy muy feliz entrenando aquí.

Makena H.

Un verdadero dojo de artes marciales con profesores muy cualificados en el que no sólo me han ayudado a aprender la parte física del karate, sino también todos los beneficios mentales con una práctica tradicional y disciplinada. Mucha calidad humana que te hace sentir como en casa. Sitio limpio, higiénico, y cuidado con cada detalle. Aquí no enseñan deporte, enseñan artes marciales. por trabajo tuve que mudarme de ciudad y desde luego que no he encontrado otro sitio igual y lo hecho de menos.

Lucia P.

Una gran escuela de artes marciales, donde los senseis se preocupan de sus alumnos. Personas implicadas en todos los sentidos. Un sitio de 10

Víctor C.

Gran escuela, educando en valores, en el desarrollo emocional y físico, y preparando para el futuro a sus alumnos a través de las distintas disciplinas marciales. Con personas muy profesionales y honestas, auténticos MAESTROS. Metodología adecuada al ritmo de cada persona y gran base pedagógica. Ambiente muy familiar, te sentirás como en casa. 100% recomendable.

Lucia R.

Es un gran centro de artes marciales donde no solo te enseñan y aprendes a hacer sus distintas disciplinas, en mi caso karate do, como un deporte más, sino que tambien aprendes valores como la disciplima, el rigor, la constanciaz el esfuerzo y dedicacion, entre muchas otras cosas. Siro y Miguel son grandes karatekas y personas de los que se puede aprender mucho. Recomendable 100%. Muy buen ambiente con los compañeros en clase.